Tras años manteniendo encerradas las aspiraciones de los países de los Balcanes Occidentales para entrar en la Unión Europea, La Comisión Europea abrió la puerta para la entrada de seis países en el 2025. A la cabeza van Serbia y Montenegro, los dos únicos que tienen abiertas negociaciones para integrarse en la UE. Más rezagados y con opciones muy inferiores, Bosnia- Herzegovina, Macedonia, Albania y Kosovo, aunque Bruselas plantea la posibilidad de ingreso a cambio de reformas en el terreno de los derechos fundamentales, de resolver los conflictos de fronteras y de cambios económicos.
El presidente del Consejo de la Unión Europea Juncker, afirmo que para que esos países pudieran formar parte de la UE, deberían primero resolver los conflictos internos, principalmente lo de las fronteras. Los conflictos de fronteras son uno de los grandes obstáculos de los nuevos candidatos, pero no el único. También tendrán que redoblar los esfuerzos en dos temas que preocupan mucho en Bruselas: la lucha contra la corrupción y las bandas organizadas, y el respeto del Estado de derecho. La Comisión Europea cuenta con el apoyo de algunos países miembros, especialmente los del este europeo.
La Comisión Europea ha propuesto la apertura de las negociaciones de adhesión con Albania y Macedonia. La decisión se funda en una evaluación de los progresos realizados por ambos países sobre las recomendaciones hechas en 2016.
La jefa de la diplomacia europea ha remarcado, que el objetivo de la Comisión, es incentivar a los dos países para que continúen avanzando: "Esta decisión es un mensaje de ánimo a esos países para seguir con las reformas", ya que "Corresponderá a los Veintiocho evaluar los progresos realizados y tomar una decisión”, a lo que el comisario responsable de la política de integración europea añade que "todavía hay reticencias en los Estados miembros a aceptar nuevos miembros".
La Unión Europea (UE) expresa su deseo de que Serbia y Kosovo alcancen un acuerdo, el cual será vinculante y despeje el camino hacia la adhesión.
Para que se lleve a cabo ese acuerdo y sea aceptada esa propuesta de adhesión del Kosovo, primero se deben poder solucionar los problemas referentes al conflicto territorial mediante una división una división territorial de la exprovincia serbia, independiente desde 2008. Ante esa posible solución, se mostro un rechazo por los países europeos ya que ven poco factible dicha división en base a las delimitaciones étnicas de territorios, ya que la UE nació en base a una cuestión étnica muy similar.
Finalmente el comisario de Ampliación, se mostró convencido de que la solución debe estar "auspiciada por la comunidad internacional" e insistió en que la UE "solo aceptará un nuevo Estado miembro si ha resuelto todos sus problemas bilaterales". De modo que para poner fin a esos problemas bilaterales los ministros de exteriores llegaron a la conclusión que para poner fin esos conflictos, era necesaria la ayuda humanitaria por parte de los estados miembros.
El Parlamento y el Consejo europeos acordaron establecer un fondo de 70 millones de euros en la partida de preadhesión para Turquía, estos fondos de preadhesión se redirigirán así a apoyar a Turquía en materia migratoria, especialmente a los tres millones de refugiados sirios que el país acoge bajo el paraguas del acuerdo que firmó con el bloque comunitario en 2016. La única condición que tenia Ankara es que mejorase en el campo del Estado de Derecho, los derechos humanos y las libertades fundamentales de los turcos. Pero tras basarse en el informe que la Comisión publicó en abril sobre la situación del país, Turquía no ha cumplido su parte del pacto.
Tras esta donación de fondos de preadhesión, se puede decir que tras el último informe el proceso está en muerte clínica.
Sin embargo, para la Unión Europea es un socio clave, ya que Bruselas necesita a Ankara en la lucha contra el terrorismo, en la gestión migratoria y en Siria, por lo que en este contexto, la Unión Europea ha medido sus palabras a la hora de condenar las violaciones de derechos humanos del presidente turco.
Ángela Merkel, la canciller alemana, afirma que no ve a Turquía como miembro de pleno derecho en la Unión Europea, explicando que este pais en materia de libertades es deficitario de acuerdo a los criterios comunitarios, citando concretamente la libertad de opinión, religión y de prensa. Aun así cree que no se debe enterrar el dialogo con Turquía.
El presidente de Turquía, Erdogan, recalca en una entrevista, que su país ha cumplido con “todos los criterios” de adhesión fijados por la UE, pero que sin embargo el proceso de adhesión se encuentra paralizado. Alegando que aun cumpliendo todos esos requisitos que impone la UE, el único motivo principal por el que no pueden ser miembros de pleno derecho son las políticas incoherentes de la UE. Lanzando un mensaje directo en el que piden a la UE a cumplir con sus obligaciones y promesas como Turquía ha realizado, llamando a la UE a suspender el proceso de negociación si no se toma en serio la petición de adhesión de Turquía.
Vucic, el presidente de Serbia, advierte del fracaso de sus conversaciones con Kosovo, pais que declaro su independencia en 2018, con el reconocimiento de Estados Unidos y la mayoría de los países de la Unión Europea. Serbia no formo parte de ese reconocimiento por lo que desde entonces la OTAN trata de velar por la paz en el pequeño territorio.
También recalca que antes de seguir dando pasos hacia la Unión Europea, Serbia y Kosovo deben normalizar sus relaciones, puesto que las conversaciones entre ambos países llevan tiempo paralizadas.
Ahora bien, para volver a las negociaciones, Serbia quiere la abolición de unos aranceles que les impuso Kosovo, una medida que esta respalda tanto por la UE como por los EEMM.
Mientras tanto Occidente opina que la integración de toda la región a la UE y la OTAN es la mejor manera de mantener la estabilidad regional.
Vucic ha su vez a pedido a Alemania, Francia y la UE que sean más activos en el proceso de negociación, para buscar un acuerdo y ciertas iniciativas en un futuro más próximo.